Confía en mí


Cuatro, tres, dos, uno… La cuenta atrás.

¿Qué indica?  Depende de cómo lo veas. Puede ser el comienzo de algo, o el fin.

No quiero darle un toque triste a esta entrada, pero tampoco tengo ganas de pelearme con mis sentimientos.

Uno, dos, tres, cuatro, cinco…

¿Por qué no contamos mejor lo que vamos sumando? 
Supongo que es porque vivimos con más miedo a que algo se acabe, en vez de vivir felices por eso que vamos adquiriendo, aunque sean pequeñas cosas, poco a poco se pueden formar grandes. Así como granito a granito de arena podemos formar nuestro castillo.

Creo que siempre estamos igual, no cambiamos. Siempre me digo que tengo que decir más “te quiero”, y no solo a una única persona. Tenemos que decírselo a esas personas que verdaderamente nos importan, esas que siempre están ahí pase lo que pase.

También me he dado cuenta de algo más… Tengo que dejar de quejarme tanto. Hay personas que tienen más problemas o más cosas en la cabeza que yo, y que siguen ahí, y además aguantando tus quejas insignificantes. Cuando digo “tus quejas” me refiero a las mías propias.

¿Por qué no cambias estas pequeñas cosas?  
Cállate; escucha más; da apoyo, así como te lo han dado a ti. Vas creciendo, vas sabiendo más, la gente te ve o te tiene que ver como un apoyo, sobre todo esas personas importantes para ti.

¿Por qué no confías en mí?  
Soy mayor, aunque no vieja, ni todo lo sabia que puedo llegar a ser, pero ahí estoy. Cuéntame qué pasa, explícame cómo es mejor, déjame hacerlo, te puedo ayudar.

   Por favor, confía en mí, mamá.   

Comentarios

  1. Pues estoy totalmente de acuerdo contigo Lovely, mientras a uno se les escapa la vida, los demás nos la pasamos quejándonos y no queriendo lo suficiente. Lilibelula

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. A lo mejor no es no querer lo sueficiente, pero puede que sea que no lo demostramos, y todo el mundo necesita saber que es querido.
      Pd.: Bienvenida al blog ^^

      Eliminar

Publicar un comentario

¿Qué opinas?

Entradas populares de este blog

Como el Yin y el Yang

Todo empieza a encajar

Y te vi... - Relato